Los equipos, grupos y organizaciones son entidades vivas, sus miembros suelen tener el deseo de crear o hacer algo significativo. Si la cooperación funciona bien, la mayoría de las personas implicadas dan lo mejor de sí mismas y pueden abrirse a su entorno.
Las prioridades poco claras o mal fijadas, la sobrecarga de trabajo, las deficiencias en la comunicación entre ellos o las jerarquías disfuncionales provocan interrupciones en los proyectos de colaboración.
Los equipos y las organizaciones reúnen las mejores condiciones para una colaboración buena, motivada y eficaz cuando todo el sistema está implicado en el desarrollo de soluciones y las necesidades de sus participantes están en un equilibrio armonioso con los objetivos de la organización.
En la consultoría de procesos, apoyamos a los equipos y a las organizaciones en la planificación de los cambios y en su aplicación con éxito a largo plazo. Creamos un marco que permite la implicancia de cada participante. De este modo, se puede trabajar en tareas comunes de forma colaborativa y orientada a sus objetivos.
Nuestras intervenciones pretenden que la comunicación en el grupo vuelva a ser fluida, que aumente la aceptación mutua y que el “sistema”, ya sea un equipo, un grupo o una organización, trabaje conjuntamente de forma animada y constructiva.
Damos gran importancia a tratar de forma productiva la diversidad de cada participante y los posibles conflictos resultantes. Pensamos que la diversidad es un enriquecimiento y un recurso que, con la confianza mutua, puede convertirse en el camino hacia los mejores resultados.